domingo, 21 de octubre de 2012

ÚLTIMAS VOLUNTADES

Desolación, soledad y muerte. Nubes negras, lluvia eterna, silencios. Ansiedad, incomunicación y ruinas… ¿Por qué no? Teognis lo dijo, pero su amado Cirno hizo lo contrario… Despreciar como amar, odiar por desear. Un vivir que no merece la pena, pero es una pena. Cioran lo dijo, pero murió viejo, tras una larga enfermedad… Dos años después, su compañera, Simone Boué, tuvo otra suerte en una playa de la Vendée: Regresó al lugar donde había nacido y se adentró sin retorno en las aguas en las que había aprendido a nadar. Simone Boué se adentró en la nada. Emil Cioran se había ido apagando en lo que más detestaba: la imbecilidad. ¿Cruzar cuanto antes “las puertas del Hades”? ¿Cuánto “antes”? ¿”Cuánto”?

“La sociabilidad es hija de la estupidez, como el amor es el fruto de la amargura”. El poeta insomne lo dejó escrito poco antes de acostarse para no despertar más. Su última voluntad pretendía forzar a sus allegados a un largo viaje para arrojar sus cenizas en un lugar remoto. No sé si en paz, pero descansa en el jardín de su casa.

Iggy Pop, David Bowie, Lou Reed, Brian Molko, Bobby Gillespie, Evan Dando, Lilly Allen, Jarvis Cocker, Paul Weller, Stephen Malkmus, Thom Yorke, Robert Smith, Thurston Moore y Beck, incluso Richard Cheese… coexistiendo y revisitando a The xx… La producción del doble cd corre a cargo del lúcido Daniel Johnston. Sólo se ha editado una copia y está sonando en mi cabeza. Las ventas serán donadas al FMI para que nos sigan jodiendo.

Lo que no se puede traducir en música no merece ser vivido. ¡Ni verdad ni consecuencia! ¡Que os den!

 

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